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El desayuno es sagrado en esta casa - by Cristina S.

Por un escritor de hombre misterioso

Mi momento favorito del día, aparte del de irse a la cama cuando estás reventadx, es, sin lugar a dudas, el desayuno. El desayuno con una serie de estándares y criterios (madre mía, ni con lejía se me va ya esto…): que absolutamente nadie me dirija la palabra, haga ruido, me pregunte cosas o me diga cosas de las que debo acordarme hasta por lo menos un cuarto de hora después de haber acabado. En casa de mis padres (en la cual 4 personas de 5 tenemos más o menos los mismos despertares) lo llamamos “el peridesayuno” y puede durar desde que te levantas hasta la hora de la comida.